Sopa de quinoa y lentejas

Receta ↓ Ángela Solar

Esta deliciosa sopa de quinoa y lentillas es una auténtica explosión de sabores. Con su base de quinoa nutritiva y lentejas proteicas, es perfecta para aquellos que buscan una comida reconfortante y fácil de preparar.

Ingredientes esenciales

Para esta reconfortante necesitarás unos pocos ingredientes básicos, pero llenos de sabor y nutrientes.

• Quinoa – Este superalimento no solo aporta una textura increíble a la sopa, sino que también es una fuente fantástica de proteínas. Asegúrate de enjuagarla bien para eliminar la saponina, que puede darle un gusto amargo.
• Puedes optar por lentejas verdes, marrones o incluso rojas. Personalmente, me decanto por las verdes por su firmeza tras la cocción. Si tienes tiempo, déjalas en remojo unas horas antes; esto acelerará el tiempo de cocción y las hará más digeribles.
• Verduras – Aquí entra en juego tu creatividad. Yo suelo usar zanahoria, apio y cebolla, pero ¿por qué no probar con puerro o calabaza? Cualquier verdura que aporte un buen fondo de sabor será bienvenida.
• Especias – Un toque de comino y pimentón dulce no puede faltar. Y si te atreves, una pizca de cayena le dará un punto picante que contrasta de maravilla con el resto de sabores.

¡Manos a la obra con los ingredientes!

¡Vamos allá! Antes de que el aroma de nuestro plato inunde la cocina, necesitamos preparar el escenario con nuestros protagonistas. La quinoa, esa pequeña maravilla, requiere un buen enjuague para deshacerse de su amargor natural. ¡No escatimes en agua! Ellas te lo agradecerán si les dedicas unas horas de remojo, aunque si el tiempo apremia, ¡no pasa nada por saltarse este paso! Y las verduras, ¡ah, las verduras! Escoge tus favoritas y córtalas con amor, pensando en la armonía de sabores que aportarán a tu plato.

• La quinoa, bajo un chorro de agua fría, se transformará y estará lista para brillar en nuestra preparación.
• Las lentejas, si decides mimarlas con un baño previo, te lo compensarán con una textura más tierna y una cocción exprés.
• Las verduras, troceadas con esmero, son la clave para que cada cucharada sea un festín para los sentidos.

¡Ahora viene la parte más divertida! Vamos a darle vida a nuestra sopa de quinoa con un delicioso sofrito de verduras.

1. Empezamos por calentar un buen chorro de aceite de oliva en una olla o cazuela. Cuando esté bien caliente, añade las verduras previamente cortadas. Yo suelo usar cebolla, zanahoria y apio, pero ¡tú decides! Cocínalas a fuego medio durante unos minutos, hasta que estén tiernas y hayan soltado todo su sabor.

2. A continuación, es el turno de nuestros ingredientes estrella: la quinoa y las legumbres. Añádelas a la olla junto con el caldo de verduras. Si te gusta que tu sopa tenga más consistencia, puedes añadir un poco menos de caldo. ¡Eso sí, no te olvides de remover bien para que no se peguen!

3. Por último, baja el fuego a medio y deja que nuestra sopa se cocine durante unos 20-30 minutos, o hasta que las lentejas estén tiernas. Recuerda probarla de vez en cuando para comprobar el punto de cocción y añadir más caldo si es necesario. Una vez preparada, tu cálida sopa de quinoa estará aguardando para reconfortarte en los días helados.

¡Añade tus especias favoritas! Sal, pimienta y un toque de comino o pimentón dulce pueden marcar la diferencia. Recuerda, el equilibrio es clave, así que no dudes en probar antes de añadir más condimentos. Personalmente, me encanta el toque que le da un poco de cebollino fresco al final. ¡Pruébalo y verás cómo cambia el sabor!