Quinoa con brócoli y zanahoria

Receta ↓ Ángela Solar

¿Listo para un festín de sabores? La quinoa con brócoli y zanahoria es una explosión de nutrientes que conquistará tu mesa y tu paladar. Este plato, no solo es saludable, sino que también es un deleite para los sentidos.

La quinoa, ese superalimento repleto de proteínas, se une al brócoli crujiente y a la dulzura de la zanahoria para ofrecerte una experiencia culinaria única. Y lo mejor de todo, es que su preparación es tan sencilla como exquisita.

Si te encanta la quinoa y buscas más inspiración, no te pierdas estos pimientos rellenos que son una verdadera maravilla. ¿Quién dijo que comer sano era aburrido?

Para los amantes de los clásicos, os traemos una paella de quinoa que reinventa la tradición con un toque nutritivo. ¡Sorprende a todos con esta versión moderna de un plato típico español!

Y para cerrar con broche de oro, déjate seducir por el dulce encanto de esta tarta de chocolate blanco, el colofón perfecto para una comida inolvidable.

Ingredientes esenciales

Para que esta receta de con brócoli y zanahoria te quede de rechupete, vas a necesitar unos ingredientes frescos y de primera calidad. Comenzamos con ese grano milenario lleno de proteínas y con una textura que enamora. Asegúrate de que sea de buena procedencia para que cada bocado sea un festín para tus sentidos.

El brócoli, con sus arbolitos verdes y crujientes, no solo aportará una textura increíble, sino también un chute de vitaminas. Y qué decir de la zanahoria, esa raíz anaranjada que endulzará sutilmente el plato y lo llenará de color y nutrientes.

Y para que el sabor sea redondo, no te olvides de las especias. Un toque de comino, una pizca de pimentón y una hoja de laurel pueden hacer magia en tu cocina. ¡Ah! Y un consejito: si te animas, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra justo al final; es el broche de oro para una receta espectacular.

Manos a la obra con los ingredientes

¿Listo para ponerte el delantal? Vamos a empezar preparando nuestros protagonistas: el brócoli y la hortaliza. Primero, dale un buen meneo bajo el agua fría para deshacerte de cualquier impureza. A continuación, corta el brócoli en ramilletes, no muy grandes, para que se cocinen de manera uniforme. Y la zanahoria, córtala en rodajas finas o bastoncitos, como más te guste.

Ahora toca ese tesoro andino que necesita un mimo especial. Enjuágala bien para quitarle la saponina, esa capa que le da un sabor amargo. ¿Mi consejo? Hazlo con cariño, frotando suavemente con las manos, y repite el proceso varias veces. Luego, deja que escurra perfectamente. Ya estás a un paso de combinar estos ingredientes y crear algo mágico en tu cocina.

• Lava con esmero el brócoli y la zanahoria; después, córtalos a tu gusto.
• Enjuaga con agua fría hasta que el agua salga clara y déjala escurrir bien.

¡Vamos a darle vida a nuestras verduras! Sigue estos pasos para conseguir un resultado crujiente y delicioso:

• Sella las verduras en una sartén a fuego medio-alto. Esto hará que queden crujientes y mantengan su color natural.
• Comparte un consejo: yo suelo agregar un chorrito de aceite de oliva para potenciar el sabor.
• Agrega las especias y un poco más para cocinarlas durante unos minutos. ¡Esto hará que las verduras absorban todos los sabores!

¡Este es mi paso favorito de la receta! Una vez que la quinoa esté lista y las verduras selladas, es hora de combinarlos. Añade la avena a la sartén con las verduras y mezcla bien para que se integren todos los sabores. Rectifica el sazón si es necesario y sirve.

• Asegúrate de que esté bien cocida antes de añadirla a la sartén.
• Mezcla suavemente para que las verduras no se rompan.
• Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir un chorrito de aceite de oliva o unas semillas de sésamo tostadas justo antes de servir.