Quinoa con atún y queso

Receta ↓ Ángela Solar

¡Descubre la combinación perfecta de quinoa, atún y queso! Esta receta es un verdadero tesoro para aquellos que buscan una comida saludable y llena de sabor. Con pocos ingredientes y pasos sencillos, tendrás un plato delicioso en tu mesa.

La quinoa es un superalimento que siempre intento incorporar en mis comidas. Junto al atún, rico en omega-3, y el toque cremoso del queso, esta receta no solo nutre, sino que también deleita. Y si te encanta la quinoa tanto como a mí, no te pierdas esta receta saludable para el desayuno.

Además, si buscas variar tu menú, te sugiero probar los sabores de la fideuá de pollo y verduras o la tradicional receta de garbanzos con almejas. ¡Te sorprenderán!

Ingredientes que necesitarás

¡Manos a la obra! Para este plato tan especial, solo necesitas cuatro ingredientes esenciales y un poco de tu toque personal. Empezamos con ese superalimento imprescindible en tu despensa. Luego, un buen enlatado, que si es en aceite de oliva, ¡mejor que mejor! Por supuesto, el queso no puede faltar, ese que al derretirse te hace cerrar los ojos de placer. Y finalmente, los condimentos, esos magos del sabor que harán que este plato sea único.

• Quinoa – La estrella de la receta. Recuerda lavarla con cariño para que quede perfecta.
• Atún en lata – Yo siempre elijo el que viene en aceite de oliva, porque ese saborcillo es insuperable.
• Queso – Aquí te dejo elegir, pero te digo una cosa: un queso que se derrita bien hará maravillas en tu paladar.
• Condimentos – Sal, pimienta, hierbas, especias... tú mandas. Dale ese toque personal que nadie más puede replicar.

¡Comencemos con el paso más importante de nuestra receta! Es un superalimento que merece todo nuestro amor y atención. Primero, lávate bien las manos y prepara un colador fino. Me encanta usar un colador de bambú porque es ecológico y se ve genial en mi cocina.

Coloca en el colador y lávala bajo el grifo con agua fría. ¡Esto es crucial! La sustancia natural de la quinoa, saponina, puede darle un sabor amargo si no se lava correctamente. Además, el lavado también ayuda a eliminar cualquier impureza.

Una vez que hayas enjuagado, échala en una cacerola y añade el doble de agua que de granos. Por ejemplo, si estás usando una taza, necesitarás dos tazas de agua. Yo prefiero usar agua filtrada, pero puedes usar la que más te guste.

Lleva la cacerola a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que el agua esté hirviendo, reduce el fuego a bajo, tapa la cacerola y deja que se cocine durante 15 minutos. ¡No olvides darle un par de vueltas de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo!

Después de 15 minutos, apaga el fuego y deja reposar la quinoa tapada durante 5 minutos más. Esto permitirá una mejor absorción y una textura suelta y esponjosa. Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes agregar un chorrito de aceite de oliva o un poco de sal al agua mientras hierve.

¡Ojo! Antes de usar el atún en la receta, es importante escurrirlo bien para eliminar el exceso de aceite o agua. ¡Yo siempre opto por atún en aceite de oliva, le da un sabor increíble! Una vez escurrido, desmenuza el atún con un tenedor o tus dedos, procurando separar los trozos grandes en pedazos más pequeños. ¡Así se mezclará mejor con los demás ingredientes!

Uniendo sabores: quinoa, atún y queso

¿Listo para el gran encuentro? Aquí es donde la quinoa suelta y esponjosa abraza al atún jugoso y desmenuzado, y todo se funde con el queso que tú más quieras. Es un momento mágico para tu paladar.

1. Escoge un bol amplio, que te permita mezclar con libertad. Echa el atún y observa cómo se conocen, se entremezclan y se preparan para el festín.
2. Ahora, es el turno del queso. ¿Cuál has elegido? Un tierno mozzarella, ¿tal vez? O ¿prefieres la intensidad de un cheddar? Sea cual sea, añádelo a la mezcla y observa cómo se derrite ligeramente con el calor, creando hilos de pura tentación.
3. Y aquí entra tu toque especial, ese secreto que convertirá esta receta en TU receta. Salpica con tus condimentos favoritos, ya sean hierbas frescas del jardín o esa mezcla de especias que guardas para ocasiones especiales. Revuelve todo con cariño y ya está.

Con estos sencillos pasos, tienes ante ti un plato que no solo nutre, sino que te hace cerrar los ojos y disfrutar de cada bocado. ¿No te parece increíble lo fácil que es crear algo tan delicioso?