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Recetas paso a paso

Hamburguesa de quinoa

La hamburguesa de quinoa es una delicia, jugosa y nutritiva. Con su textura suave y crujiente, te sorprenderá su exquisito sabor, perfecta para los amantes de la comida sana.

Los imprescindibles de tu hamburguesa de quinoa

Para que tu hamburguesa sea un éxito rotundo, aquí tienes los ingredientes estrella que no pueden faltar.

  • Quinoa – El alma de la hamburguesa. Asegúrate de que esté cocida al punto y completamente fría para que la textura sea perfecta.
  • Verduras a tu gusto – ¿Cebolla, pimientos, zanahorias? Tú decides. Pícalas bien finitas para que se integren a la perfección en cada bocado.
  • Semillas – Dale un toque crujiente y único con semillas de sésamo o girasol, tostadas con cariño para resaltar su sabor.
  • Huevo o alternativa vegana – Para conseguir esa consistencia ideal, usa un huevo o, si prefieres una versión 100% vegetal, una mezcla de lino y agua hará magia.
  • Especias y hierbas aromáticas – Sal, pimienta, ajo en polvo y un toque verde de cilantro o perejil para enamorar a tu paladar.
  • Aceite de oliva – El toque final para cocinar tus hamburguesas hasta alcanzar ese dorado irresistible y una textura que te hará suspirar.

¡Empecemos con nuestras hamburguesas! Antes de ponernos manos a la obra, hay algunos pasos importantes que no podemos olvidar.

  • Cocción y enfriado: Es la base de nuestras hamburguesas, así que asegúrate de cocerla al punto y dejarla enfriar completamente antes de usarla. Yo suelo cocerla la noche anterior y dejarla en la nevera para ahorrar tiempo.

  • Preparación de los ingredientes: Pica las verduras de tu elección (cebolla, pimientos, zanahorias...) muy finitas para que se integren bien en la mezcla. También tosta las semillas de sésamo o girasol en una sartén sin aceite hasta que estén doradas y crujientes. Esto realzará su sabor y le dará un toque crocante a nuestros platos.

Ya está el momento de crear tus propias, ¡qué emoción! En un recipiente bastante amplio, mezcla la quinoa cocida y fría con las verduras picadas y las semillas tostadas a tu gusto. Incorpora el huevo (o una alternativa vegana como una mezcla de lino y agua) y las especias. Mi consejo : no te olvides de añadir un poco de sal y pimienta para realzar el sabor. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén perfectamente integrados.

A continuación, manos a la obra: forma con tus manos. Después, déjalas reposar en la nevera durante unos 30 minutos . Esto ayudará a que se compacten y sean más fáciles de cocinar.

¡Ya estamos cerca del momento de disfrutar de nuestras de quinoa! Hay dos opciones principales para cocinarlas: en sartén o en horno. Personalmente, me encanta la textura crujiente que consigo al cocinarlas en sartén, pero el horno también da buenos resultados.

  • Para cocinarlas en sartén, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra (¡mi preferido!) en una sartén antiadherente a fuego medio. Coloca en la sartén y cocina durante 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. ¡Estoy segura de que el aroma te va a encantar!
  • Si prefieres cocinarlas en horno, precalienta el horno a 200°C (180°C si es horno de aire) y coloca las hamburguesas en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Cocina los emparedados de carne durante 20-25 minutos, rotándolos a medio proceso. Recuerda que el tiempo de cocción puede variar ligeramente dependiendo de tu horno y el tamaño de las hamburguesas.

¡Ya está! Tu deliciosa hamburguesa está lista para ser disfrutada. Pero antes, vamos a darle el toque final para que quede perfecta.

  • Elige el pan ideal: Yo prefiero un pan integral o de cereales, pero puedes elegir el que más te guste. Asegúrate de tostarlo ligeramente para que tenga una textura crujiente.
  • Acompañamientos: Opta por ingredientes frescos y coloridos como lechuga, tomate, cebolla roja y aguacate. También puedes añadir un poco de queso vegetal si lo deseas.
  • Salsas: Para darle un toque extra de sabor, ¡no te olvides de las salsas! Una salsa de yogur o una salsa de mostaza y miel combinan a la perfección con la hamburguesa de quinoa.
  • Presentación final: Coloca la hamburguesa en el pan tostado, añade los acompañamientos y la salsa elegida. Por último, tapa con la otra rebanada de pan y ¡voilà! Ya la tienes lista para ser devorada.

Receta

Hamburguesa de quinoa

Tiempo de preparación: 45 minutos

Una deliciosa hamburguesa vegetariana y saludable hecha con quinoa, verduras y semillas.

Ingredientes

  • 2 tazas (400 g) de quinoa cocida y enfriada
  • 1 cebolla picada finamente
  • 1 pimiento rojo picado finamente
  • 1 zanahoria rallada
  • 2 cucharadas de semillas de sésamo tostadas
  • 2 cucharadas de semillas de girasol tostadas
  • 1 huevo batido o mezcla de lino y agua para versión vegana
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 taza (12 g) de cilantro o perejil picado
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva

Instrucciones paso a paso

  • En un bol grande, mezcla la quinoa, verduras picadas, semillas, huevo (o mezcla de lino y agua), sal, pimienta, ajo en polvo y hierbas aromáticas.
  • Forma con las manos, presionando bien para compactar. Deja reposar en la nevera durante 30 minutos para que se asienten y sean más fáciles de cocinar.
  • Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Cocina durante 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes.
  • Si prefieres cocinarlas en el horno, precalienta a 200°C (180°C ventilado) y cocina durante 20-25 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo.

Notas:

  • Asegúrate de que la quinoa esté completamente fría antes de mezclarla con los demás ingredientes para obtener una textura óptima.
  • Puedes usar cualquier combinación de verduras que prefieras o tengas a mano. Otras opciones incluyen champiñones, calabacín o espinacas.
  • Para una versión vegana, utiliza una mezcla de 1 cucharada de semillas de lino molidas y 3 cucharadas de agua en lugar del huevo.
  • Las hamburguesas se pueden congelar antes de cocinarlas. Simplemente colócalas en una bandeja forrada con papel vegetal y congélalas hasta que estén sólidas. Después, trasládalas a una bolsa con cierre hermético y devuélvelas al congelador. Descongélalas en la nevera antes de cocinarlas.